lunes, 20 de marzo de 2017

Japón sin gluten (actualizado 2023)

Desde que empecé a planificar el viaje a Japón con mi hermana, nos dimos cuenta que la opción de comer sin gluten en las calles de Japón iba a ser misión imposible.

Lo que en principio parecía ser un país totalmente libre de gluten, resulta que iba a ser uno de los destinos que más problemas nos plantearía, ya que no solo la salsa de soja contiene gluten (y se la ponen a casi todo), sino el vinagre de arroz que utilizan en los restaurantes de sushi. Y nosotras que pensábamos ponernos hasta arriba de sushi, quien nos iba a decir que no podríamos comer arroz con pescado crudo por contener gluten.

Por suerte, encontré un grupo de facebook de extranjeros celiacos en Japón donde poder compartir sitios y productos libres de gluten, en inglés, eso sí.
Algunos blogs de celiacos que habían viajado al país del sol naciente también nos iban dando algunas pistas sobre qué comer.
Incluso han creado una web para poder recopilar los restaurantes y tiendas donde te facilitan comer sin gluten https://glutenfree-restaurant.com. Lamentablemente muchos sitios cierran tan rápido como se abren y aunque lleves la dirección una vez allí ya no existe y has perdido el tiempo dando vueltas. Comprobar siempre que aún existe el local cuando realicéis vuestro viaje.

En Japón no hay muchos casos de celiaquía, por lo que no tienen mucha información al respecto y no controlan la contaminación cruzada. He llegado a leer casos en los que les decían que les podían poner fideos de arroz, pero se los cocinaban en el mismo sitio que los de trigo. Mucho cuidado con esto.

Recientemente, están abriendo muchos sitios en los que indican que son sin gluten, pero resulta que utilizan miso o salsa de soja, por lo que aunque veamos que pone sin gluten, hay que asegurarse primero de que entienden bien el significado de una comida sin gluten.

La conclusión a la que llegamos es que era imposible comer en restaurantes, ya que una contaminación nos arruinaría el viaje. Solo podríamos comer en los realmente aptos, que lamentablemente eran solo dos en el primer viaje que hicimos. Por suerte, estos últimos años han ido aumentando los locales con opciones sin gluten y sin lácteos.

martes, 14 de marzo de 2017

Japón - Diario de viaje - Día 19 - Tokio Haneda de regreso a Madrid

11 de abril de 2016

Nos levantamos a eso de las 7 para tener tiempo de terminar de recoger con calma y desayunar. Teníamos tiempo de sobra para ir al aeropuerto, ya que nuestro vuelo salía a las 14:00. Aún así no queríamos tentar a la suerte y decidimos ir pronto y ya pasar allí la mañana.
Dejamos la comida que nos había sobrado en la cocina y se lo comentamos a la recepcionista. Nos entretuvo un poco y al final salimos a eso de las 10:00 de la mañana.

Fuimos en tren al aeropuerto desde Minami-senju. Cogimos la Joban line y después la Yamatone hasta Hamamatsucho, donde cogimos el monorail. El trayecto duró unos 15 minutos, cogimos uno que hizo más paradas, porque dejamos pasar el primero para poder sentarnos y resultó no ser express, por lo que tardó un poco más ya que hizo algunas paradas y llegamos a las 11:20. El trayecto lo pagamos con la pasmo.

Nos fuimos directas al mostrador de ANA. Como era muy pronto no había más que dos o tres personas haciendo cola. Nos atendió una azafata muy maja que nos confirmó el menú sin gluten de Laura.
A las 11:40 ya estábamos libres de maleta. Nos pasamos por los baños, super limpios y modernos como siempre. Este incluso tenía papeles cobertores para la taza.


martes, 7 de marzo de 2017

Japón - Diario de viaje - Día 18 - Tokio

Tokio

Nos levantamos prontito para aprovechar bien el último día y poder ver las cosas que nos faltaban y repetir en alguna que habíamos visto un poco rápido.
Salimos un poco antes de las 8:30 y llegamos a Nippori a las 8:45, para ver el cementerio de Yanaka, que dicen que es muy bonito en la época del sakura. Queríamos haber ido antes, pero nos faltó tiempo y como tampoco habían florecido aún los cerezos…
Los cerezos estaban ya sin flores, pero el suelo estaba lleno de pétalos, por lo que aún tenía bastante encanto. Además podíamos ir sin cazadora, cosa que era de agradecer. Aunque, como siempre,llevábamos la cazadora en la mochila, ya que por las noches seguía haciendo frío.