lunes, 4 de diciembre de 2023

Japón 2023 - Diario de viaje - Día 7 - Fujiyoshida

 

Martes 28 de febrero de 2023

Me levanté a las 5 de la mañana, para ir con calma y no olvidarme nada. Llevaba el desayuno y la comida ya en la mochila.
Lo primero que hice fue mirar el tiempo por si la situación había cambiado y parecía que este día estaría totalmente despejado.
Cuando salí a la calle, a las 5:50, aún era de noche. No había tráfico ni gente por la calle y la estación de Ueno estaba bastante vacía. En la calle había montones de bolsas de basura amontonadas en ciertos puntos.
Me subí a la línea Yamanote a las 6:06, para realizar un trayecto de 25 minutos hasta Shinjuku. El andén estaba completamente vacío y empezaba a amanecer.
Apenas había gente en el tren, olía a borracho y parecía que la poca gente que viajaba venía de fiesta. 

Iba con tiempo porque no sabía muy bien dónde tenía que ir, ya que en el billete solo ponía que era el tren Azusa 1 y al llegar no vi ninguna indicación. Tenía que buscar de dónde salía el tren hasta Otsuki, a las 7:00.
Para no perder el tiempo, le enseñé el billete a un señor y él me indicó a que vía tenía que ir.  Era en el andén 9 de la chuo line (limited express).
El tren era de JR, dirección Matsumoto, con parada en Otsuki a las 7:55, casi una hora de trayecto. Mi asiento era el 9A del coche 6. 
Como llegué con mucho tiempo, busqué la indicación en el suelo de mi coche y me puse a mirar las tiendas que había en el andén, que en ese momento apenas estaban abriendo.
Me compré  una botella pequeña de agua en una vending, pagando 110¥ con la pasmo, mientras esperaba que abriesen las tiendas.
En cuanto abrió una pequeña tienda, de esas con un poco de todo, esperé mi turno, porque ya había gente esperando antes de que abriese, y compré una bolsa de patatas de Calbee a 155¥.
Era una bolsa muy pequeña, pero es de las pocas patatas que hay sin gluten en Japón. 
Eso sí, todas las patatas de Japón, tienen un aviso de que en la misma fábrica tienen otros productos con trigo, aunque no aparezca marcado como alérgeno o ingrediente. Esta bolsa de patatas en concreto, al menos, la comparten en los grupos de celíacos en Japón, así que confío en que ahora quieren pecar de precavidos con el etiquetado de alergias y por eso lo ponen.

 

Unos minutos antes de que saliera el tren, abrieron las puertas y nada más sentarme, preparé mi desayuno, como muchos de los que acababan de subir. Esta vez el desayuno consistía en el smoothie de melocotón que había comprado el día anterior, un plátano y el bollo que me quedaba del Mercadona. Aún no había podido ir a comprar bollos sin gluten, así que estos me vinieron de perlas para las excursiones.

Eran las 7:18 cuando divisé el Fuji por el lado izquierdo del tren. Según avanzaba, la vía giraba de un lado a otro y hubo un momento en el que se vio por el derecho, sobre las 7:22, en el lado que estaba sentada, para luego volver a divisarse por el lado izquierdo, justo antes de desaparecer tras las montañas. 

A las 7:35 pasó un señor con un carrito de comida. Tenía sándwiches, café, té y refrescos. Le paró un señor a poca distancia de mi y pude cotillear un poco lo que llevaba. Se puede pagar con tarjeta o pasmo, porque no pagó con efectivo, sino con su móvil.
Pocos minutos antes de llegar a destino, se atraviesa una serie de montañas, pero desde esa zona no se ve el Fuji.


A la hora prevista, llegamos a Otsuki. No se bajó mucha gente en esta parada, pero todos los que lo hicimos nos dirigimos a la entrada de las vias de trenes locales que llevan al Fuji. Estaban todas las entradas con el prohibido y no se podía pasar la pasmo.
Un grupo iba acompañado de una guía japonesa que fue a preguntar a la ventanilla y le dijeron que teníamos que ir a la vía 4. Esa vía era de las de JR, por lo que nos quedamos un poco confusos.
Algunos pasaban a las vías cerradas, justo delante de la ventanilla de información, sin ni siquiera mirar al señor de la taquilla y nos creó aún más confusión.
Esperé a ver qué hacía el grupo y el resto de la gente y en cuanto vi que todos iban hacia la vía 4, les seguí, pero busqué un ascensor para no estar subiendo y bajando escaleras.
Llegamos a la vía y como era de la chuo line, no había donde pasar la pasmo ni nada, estábamos ya dentro, sin opción de pagarle a nadie. Como todos iban tan tranquilos, pensé que seguramente se podría pagar al llegar o en el mismo tren.

A las 8:09 llegó un tren de Naruto a las vías que estaban cerradas. Todos mirábamos confusos hacia allá, sin entender porqué nos habían mandado a otra línea. Tampoco parecía que fuese a salir en breve, por lo que supuse que saldría mucho más tarde que el tren al que nos habían mandado.
Justo antes de llegar el tren a nuestra vía, un señor nos indicó que nos situáramos más atrás, ya que el tren era corto y no pararía donde nos encontrábamos.

 

A las 8:11 llegó nuestro tren. Iba prácticamente vacío y no se ocuparon todos los asientos. Por lo que nos podíamos mover libremente por el vagón sin miedo a quedarnos sin asiento. Era de esos que tienen asientos como en el metro, unos enfrente de otros, con un gran pasillo.
En cuanto se divisó el Fuji, me levanté e intenté hacer alguna foto y videos. Aunque con el teleobjetivo, en movimiento, se complicaba la cosa. El meneillo de este tipo de trenes es bastante considerable.

En el primer tramo el Fuji se veía en el frente, así que me acerqué a verlo desde la ventanilla del conductor.
El recorrido es tan sinuoso que hay veces que el Fuji pasaba de verse en el frente, a la derecha o a la izquierda. Sin gente era sencillo moverte de un lado a otro, pero con el tren lleno habría sido distinto.

En la estación de Yoshiikeonsen-Mae, se paró un ratillo y pude hacer una foto desde la puerta abierta. Quedaban un par de minutos para llegar a Shimoyoshida, la estación donde está la Chureito pagoda, y ya se veía bastante cerca el Fuji.


A las 8:59 llegué a mi destino y me bajé con otras 3 o 4 personas. Cruzamos las vías para salir de la estación y nos quedamos parados en la entrada, viendo cómo podíamos pagar. No había nadie en taquilla, ya que estaba cerrada hasta las 9:10, y la máquina estaba fuera de servicio. Nos mirábamos entre nosotros dudando que hacer y tras unos minutos, la gente salió sin más.
Pasé por el wc antes de salir también y me encaminé hacia la pagoda. No había nadie por la calle y nada más salir de la estación vi un cartel con un mapa que indicaba el camino hasta la pagoda. Juraría que no estaba antes, pero como ahora venía más turismo a esta zona supuse que habían hecho obras de mejora.


En el camino hacia la pagoda, no había nadie. Estaba completamente sola.
En unos minutos llegué al pie de las escaleras que llevan hasta la Pagoda, el primer tramo es cortito. Te deja en un gran tori desde el que se pueden hacer fotos chulas con el Fuji de fondo. Aunque había muy poca gente, intentar hacer fotos con el trípode, siempre se complica, porque va llegando gente que se pone por medio.


Desde aquí se sube otro tramito enano de escaleras que dan a un aparcamiento, donde está la furgoneta de información turística, en ese momento cerrada. 
Había algunas parejas haciéndose fotos con el Fuji de fondo, pero era poca la gente que había allí. Hice algunas fotitos y emprendí la marcha de nuevo. Aquí empezaban ya las escaleras de subida hasta la pagoda, pero en cuanto me crucé con el camino de subida sin escaleras, empecé a subir por ahí. Da más vueltas, ya que es en zig zag, pero mis rodillas no aguantarían semejante subida de escaleras interminables.
 

Eran las 9:30 y aún no se notaba incremento en la gente, pero en breve se notaría. Cuando llegara el primer tren del Fuji excursion, seguramente se bajarían allí muchos turistas.
Junto a las escaleras había un cartel advirtiendo la presencia de momos y jabalís y de la valla electrificada que hay junto a la escalera. No me había fijado de que había tal cosa en el anterior viaje.


A las 9:40 llegué al pie de la Pagoda. Había cambiado desde la última vez que estuve allí, en otoño de 2019.
La entrada era una rampa de tierra por el lado derecho, que llegaba a una plataforma que habían puesto de madera. Ahora había una cinta de obras en este lado y la entrada estaba en el lado contrario, a la izquierda de la pagoda.
La nueva plataforma es más grande y con escalones. Para acceder a ella se hace por unas escaleras amplias y bajitas, de tierra y troncos. En la mayoría de los sitios turísticos rurales, me encuentro este tipo de escaleras. Son más cómodas de subir con problemas de rodilla, pero hay que estar pendiente de no tropezar con los troncos que finalizan el escalón.
El ultimo tramo es de escaleras metálicas que dan acceso a la plataforma.


Intenté hacerme alguna foto, pero estaba a contraluz y no había forma de que salieran en condiciones. Encima no veía bien la pantalla y al presionar más de lo debido me hacía fotos en movimiento en lugar de fotos normales. Soy lo peor para hacerme fotos a mi misma.

Al  tener la cámara con teleobjetivo, solo me quedaba el móvil para hacer fotos panorámicas y como siempre había gente en la barandilla, salían en la foto. Con un zoom podría haberlos recortado fácilmente, pero el teleobjetivo era demasiado tele y a esa distancia solo podía hacer fotos detalle. Aún así, hice fotos con el teleobjetivo, en vertical, para luego montar las imágenes formando una panorámica.

En la barandilla han puesto una especie de balcón. Un espacio para unas dos personas, que sobresale de la plataforma, pero tenía una puerta y un cartel donde ponía "no entrar" en inglés. 
Desde aquí se podían hacer fotos sin gente delante, aunque en primer plano estaban los cerezos, en ese momento totalmente desnudos.
Este punto seguramente esté imposible en primavera y seguramente por eso han puesto ese acceso, para controlar que la gente no se quede ahí eternamente.


A las 10:25 inicié mi descenso, viendo que estaba llegando mucha gente.
Esta vez bajé por las escaleras, ya que podía hacerlo agarrándome a la barandilla, aunque había mucha gente subiendo en ese momento.
Había unos señores podando los árboles junto a las escaleras, por lo que tenían un lado con conos para que la gente no pasara debajo, haciendo más estrecha la escalera y creando un poco de atasco.

Antes de bajar había mirado el horario del tren, para que no me pasara lo mismo que en el viaje anterior y bajaba ya un poco justa de tiempo, porque salía a las 10:41. Cuando llegué al tori de la base ya eran las 10:35. Tuve que acelerar el paso y dar una pequeña carrera llegando a la estación, porque ya estaba allí el tren.
Llegué por los pelos. Pasé la pasmo al entrar, crucé las vías y subí con el corazón en la boca. Todo por no estar esperando más de media hora al siguiente tren.
Estaban todos los asientos ocupados y me tocó ir de pie, pero como eran unos minutos no importaba. Estaba decorado con la temática de Thomas & Friends, ya que en el parque Fuji Q hay una zona de esta serie infantil.

Llegué a la estación de Mt. Fuji a las 10:46. El trayecto me costó 224¥. En esta estación había bastante gente, ya no estaba tan desértica como las anteriores.
Lo que no había calculado era la hora de salida del bus a Oshino Hakkai y resulta que no había uno hasta las 11:38, me tocaba esperar casi una hora. Ya sabía que la frecuencia de buses era un poco horrible, pero en el cartel de la parada vi que el siguiente salía a las 13:08. 
No se cuanto costaría un taxi desde aquí, porque en coche no son ni 15 minutos. Si hubiese ido con varias personas, me da que habría sido mejor opción.


Pregunté en las oficinas para asegurarme dónde se cogía el bus y justo era donde había visto, en la parada 3. Como quedaba mucho tiempo decidí ir a buscar otra parada que me ponía en Google, aunque era un poco confuso, porque parecía el mismo bus con otro horario. Total, tenía tiempo de explorar.
En ese momento no pensé en que por esa zona hay una calle súper conocida desde dónde se hacen fotos con el Fuji de fondo. Como no lo tenía apuntado, ni caí en buscarlo.

Me puse a caminar, hacia el este hasta llegar a la calle principal que iba en dirección al Fuji.
Me crucé con un grupo de escolares que iban dirigidos por varios adultos, todos cogidos de la mano, atados con una cuerda, en fila. Se me quedaron mirando como si fuera un extraterrestre, ya que en ese momento iba grabando, hablando en castellano, y tuve que esquivarlos para no sacarlos en el video.
Siempre se me olvida que también hay que mirar de vez en cuando al suelo, para ver las tapas de las alcantarillas, que son como pequeñas obras de arte.

Seguí caminando calle arriba, hasta que encontré la parada, pero no me quedaba nada claro el horario, así que decidí regresar a la parada principal. 
Subir por esa calle me costó un poco porque estaba más en cuesta de lo que parecía, pero era hipnótico ver el Fuji justo delante. Te empujaba a seguir avanzando hacia él.
Justo ahí había un FamilyMart, con el Fuji justo detrás, que me recordó a una famosa foto que hay por Internet con un Lawson.


Eran las 11:10, aún tenía tiempo de sobra hasta que saliera el bus, pero tampoco quería entretenerme mucho por si pasaba algo.
Regresando, vi un tori de piedra más abajo de donde torcía para ir a la estación. Ni se me ocurrió que desde abajo tendría una vista chula con el Fuji de fondo. Ya iba con el piloto automático para llegar a mi destino.
No hacía excesivo frío, pero junto a la estación había nieve amontonada, por lo que tenía que haber nevado no hace muchos días.

A las 11:27 ya estaba en la estación, en la parada del autobús. Estuve mirando los horarios que tenían puestos, comprobado que ciertamente pasaban cada mil años y me dejó un poco sorprendida la suciedad y basura que había en la marquesina de la parada. Los cojines de los asientos estaban en el suelo, junto a algunas botellas y bolsas, Tenía toda la pinta de que por las noches lo estaba usando un sin techo.

Comprobando el horario del bus en Google Maps, vi que se retrasaba unos minutos y al rato otro minuto más. Estaba alucinando con que actualizaran la hora de llegada a cada segundo.
Pasaron buses con otros destinos, que solo tenían los indicativos de dirección en kanjis. Crucé los dedos para que el que tenía que coger tuviese al menos el número entendible. Solo debía confiar en que mi bus llegase a la hora exacta que me indicaba en Google.

Finalmente llegó a las 11:44, no tuve dudas de que era el mío ya que ponía A1 Gotenba Sta.
Subimos dos personas solamente, aunque el bus iba bastante lleno. Había gente que llevaba maletas grandes que obstaculizaban el paso.
Pasé la pasmo al entrar, por la puerta trasera y fui hasta el fondo del bus, donde había dos extranjeros ocupando 4 asientos, que desocuparon para que pudiera sentarme.


En el bus había carteles publicitarios del parque Fuji Q Highland y justo encima mío había uno de merchandising especial de Naruto estilo príncipes y princesas (no se cómo se le llama a este estilo de dibujo).
Aproveché para conectar la batería al móvil, que con tanta foto y video, además de tenerlo todo el rato con el mapa, iba ya justo de carga.


El bus llegó a Oshino Hakkai a las 11:59 y al bajar, al chico de delante se le puso rojo el lector de la pasmo, salió sin mirar atrás y al pasar mi tarjeta dio error, ya que seguía en rojo. El conductor me dijo que esperase un momento, le dio a algo y al pasar mi tarjeta se puso en verde y me indicó que ya podía salir. 
Algo debió hacer mal, porque ese viaje no se registró en la pasmo y no me lo cobraron.

Al bajar me puse a hacer una foto al bus y un chico se me puso justo delante. Retrocedí para esquivarle y de nuevo se volvió a poner justo delante de mi. Le importó una mierda quien tuviese detrás.
Lo siento por él, pero queda en mi foto para el recuerdo.


Inicié el recorrido por el pueblito, por el lado izquierdo del río, justo el lado opuesto a donde se dirigían todos, junto al aparcamiento. No había visto mucho sobre este sitio, más que las fotos desde los estanques, así que decidí seguir las indicaciones de Google y las indicaciones de las señales de madera que había por la zona.

No había apenas nadie caminando por allí. La orilla del río estaba totalmente tranquila. Según me iba acercando a la zona de los estanques, empezaba a verse más gente y ya en los estanques aquello estaba bastante lleno de turistas.


Desde allí se veía el Fuji, pero solo se veía bonito desde el estanque más grande, porque desde el otro tenías al fondo el edificio moderno del museo y estropeaba totalmente la vista.
En este estanque hay un puente y unas casitas con tejado de paja que hacen que la vista del Fuji sea super chula. 
Eran las 12:15 y a esta hora el sol daba de frente, por lo que quedaba un poco a contraluz y la luz era bastante fuerte. Estuve un rato haciendo fotos en este estanque y después fui a dar una vuelta por los diferentes puestos de comida que había. Estaba todo muy pensado para el turismo. No había casi occidentales, pero sí muchos japoneses y asiáticos en general.


Había un puesto con dangos de todos los sabores. Intenté deducir si podría comerlos, pero parecían estar tostados con soja. Pasé por otros puestos con pescados y carne a la brasa, pero les pincelaban con un liquido oscuro, que no parecía aceite. Me quedé un rato mirando como hacían la carne y finalmente no me pareció seguro, sobre todo porque había mucha cola y era imposible pedir algo sin la salsa, ya que habría que esperar mucho más para que la hicieran de cero.
En otro puesto vendían media patata dulce a la brasa a 300¥ y daifuku mochi de fresa 500¥. Tenían una pinta estupenda, y aunque eran más caros de lo normal, también eran más grandes. Me quedé con el sitio para comprarme uno de postre.


Eran las 12:45 cuando decidí entrar al Han no Ki Bayashi Museum, que en realidad no es un museo como tal, es otra zona con un gran estanque donde está la casa más antigua de la zona, desde donde hay unas vistas espectaculares del Fuji.
Lo había visto por Google y no sabía que era de pago, pero como costaba 300¥ decidí entrar y fue un gran acierto, porque no había tanta gente como en el resto de la aldea.


La entrada se compra en una máquina que hay justo al entrar, que solo acepta efectivo. Tiene opción de inglés. Ya con la entrada, se pasa por la ventanilla y la dejas en la bandejita que te acerca el señor que está atendiendo.
La entrada fue espectacular. En ese momento estaba completamente vacío, no había nadie, y al entrar, una especie de garza emprendió el vuelo justo en frente de mi, sobre el gran estanque con el Fuji al fondo.
El estanque estaba lleno de patos y unos peces gigantescos, que luego vi que eran truchas arcoiris que se podían tocar.
El sol daba de frente, dando una imagen muy contrastada de luces y sombras. Me hacía reflejos en el móvil, que me era imposible tapar con la mano. El sitio es tan bonito que merece la pena entrar incluso si no puedes hacer fotos.
Una lástima no poder grabar nada con la cámara en este sitio, porque era espectacular. Totalmente recomendado.
Como en ese momento empezaba a entrar gente, aproveché que aún estaba tranquilo para hacerme alguna foto, colocando el mini trípode en un banco que había.

 

Tras un ratillo admirando las vistas desde la zona de la entrada, antes de que se llenase de gente, fui a explorar el resto.
Caminé hacia la casa museo, que se podía visitar por dentro. 
En la entrada había una descripción de la restauración de la casa Watanabe, solo en japonés. Por lo que tuve que usar el traductor y buscar más información en la web.
Para entrar hay que quitarse los zapatos y dejarlos en la entrada. En ese momento había 6 personas dentro, pero no se escuchaba ni un ruido.
Es la casa privada, con techo de paja, más antigua de la aldea de Oshino, construida a finales del siglo XVIII. 
En el interior del museo se exponen armas de la época, muebles y enseres domésticos originales, de la granja de gusanos de seda Tokugawa y documentos importantes, organizados en varias estancias, como la cocina, el vestidor, etc.
Pude ver una armadura samurai y katanas entre otros muchos objetos de uso habitual en una casa tradicional y maquinaria para la fabricación de la seda, en el piso superior.


Las escaleras, como de costumbre en este tipo de casas, al igual que en los castillos que visité, eran super empinadas, con un cartel de aviso para que no te des en la cabeza.
En ese momento había unas señoras que estaban bajando sentadas, porque era casi imposible ponerse de pie para bajar o subir.

Siguiendo el camino, al salir de la casa, llegué a un pequeño estanque con peces koi, donde en ese momento había varias personas admirando los peces.
Esta parte estaba detrás de la casa, en un espacio con mucha sombra, ya que tenía árboles y elevaciones de tierra rodeando el espacio. 
Había nieve acumulada en el lado de la sombra y fango en la tierra que formaba el camino. Tenía que ir con mucho cuidado de no resbalar.


Rodee la casa y el camino llevaba a la salida, por otro lado distinto a la entrada. De hecho esta salida la había visto cuando entré a la aldea por el río, pero vi que ponía salida y continué mi camino.
Como ya eran las 13:30 y empezaba a darme hambre, subí al mirador, que hay justo sobre la entrada y me senté a comer, en uno de los bancos. El onigiri estaba un poco aplastado, de tanto trajín, pero estaba súper rico, no se si porque era más caro de lo normal o porque las vistas que acompañaban lo hacía todo más sabroso.


Las vistas eran espectaculares, con la cascada, el molino, las casitas de paja y el Fuji al fondo.
Lo único malo era el sol dando de frente. Supongo que este sitio es recomendable visitarlo a primera hora, para no tener esa luz tan intensa dándote en la cara.

Tras unos 20 minutos en el mirador, decidí salir al ver que empezaba a entrar bastante gente.
En la calle había mucho movimiento, aunque parecía más de gente dando un último paseo antes de irse, ya que las tiendas estaban prácticamente vacías a las 14:00.
Fui directa al puesto de los daifukus. Señalé el que quería, ya que había de dos tipos, el normal y uno de matcha y la señora me preguntó algo que no entendí. Me lo repitió y me estaba preguntando si quería el de matcha, a lo que tuve que decir "no matcha", y volver a señalar el normal, lo que arrancó las risas de las dos señoras que estaban en el puesto.
Dejé la moneda de 500¥ en la bandejita y me dirigí a la parada del bus, por el camino que iba en dirección al aparcamiento, por donde salía todo el mundo.

Quedaban 20 minutos para que llegase el bus, pero como el siguiente era en dos horas, no quería arriesgar y fui directa. Me senté en una piedrita que había junto a la señal del bus y me puse a comer mi postre.
Era gigantesco, con una fresa enorme. Las alubias estaban enteras, con piel, y sabía diferente a todos los que había probado antes. Aún así, estaba riquísimo.

Cuando llegué a la parada no había nadie, pero cuando me quise dar cuenta, había una cola enorme. Estaban todos de pie en fila, por el lado contrario a donde yo estaba sentada y ya me empezó a dar miedito que se pensaran que me estaba colando. Todos me habrían visto al llegar, ya que estaba sentada a dos pasos del palo del bus, pero aún así me dio un poco de cosa.

Llegó con un poco de retraso, a las 14:23 y pude subirme sin problemas tras los primeros que estaban junto a mí. Me sentía como si me estuviera colando, aunque hubiese estado allí antes que nadie.
A las 14:55 llegué a la parada de la estación del Fuji Q, bajandome yo sola. Me costó 510¥, pagando con la pasmo.
La parada del bus estaba justo al otro lado de las vías del tren, junto a la entrada del parque, con señales por todas partes.


Eran las 15:00 y parecía que era ya bastante tarde, por lo bajito que estaba el sol. 
En la entrada solo había una pareja de extranjeros que no sabían si entrar o no. Me parece que no entendieron que podían pasar gratis.

Antes de acceder a la taquilla, había un control de mochilas. Tenías que abrirla si llevabas electrónicos y ponerla en una bandeja, como la de los aeropuertos. Una chica miraba dentro y te tomaba la temperatura en la muñeca. Tras este control, había que pasar por un arco de metales y ya te dirigían a la taquilla.

Estaba atendiendo una chica extranjera, por lo que hablaba perfecto inglés. Pedí la entrada gratuita y con ella me fui al siguiente paso, que es un arco donde tienes que pasar la entrada y hacerte una foto. Hay una chica que te ayuda y te va diciendo que te quites la mascarilla para la foto.


Quería volver a la zona de Naruto, para ver las novedades y aprovechar que esta vez no estaba lloviendo, pero al intentar seguir la línea de color naranja, que la vez anterior me llevó directa, llegué a un punto cerrado por obras y me tocó dar vueltas durante un cuarto de hora.
Entré por la puerta principal de la aldea y esta vez la figura a tamaño real de Naruto estaba en la puerta. Es la que tenían dentro del museo, que este día parecía estar cerrado.
Al atravesar la puerta ahora hay una de Tsunade a la izquierda, que ya tenía desperfectos en la mano, por la postura en la que la han puesto.

 

La figura de Shikamaru, ahora tiene un cartel, justo entre las piernas, en el que pone que no te sientes ahí y otro cartel al otro lado del banco, donde indica que ahí sí te puedes sentar. Una pena que hayan tenido que poner esto, porque las fotos ya no quedan igual de chulas.
Hay otra nueva figura de Jiraiya justo al lado de la tienda de ramen. Está sentado en un banco, con los brazos abiertos a ambos lados, con una botella de sake en cada mano. Se ve que está pensada para que dos personas se sienten a los lados.
En esta figura hay un cartelito pequeño, justo entre las piernas, en la que pone que no te montes en Jiraiya.
La de cosas que habrán tenido que sufrir estas figuras, para que hayan tenido que ponerles esos carteles.


En la tienda de ramen ahora Iruka está sentado en la barra, junto a la figura de Hinata. Supongo que habría mucha gente entrando para hacer fotos y decidieron ponerlo en la zona de la entrada para evitar molestar a los que están comiendo.
A estas horas había bastante gente comiendo, estaba casi todo ocupado.
Como ya había comido no me fijé, pero ahora hay un puesto donde vende brochetas de carne. Seguramente las que solo llevan sal sean sin gluten.


Entré a la tienda de recuerdos buscando la chaqueta que no pude comprarme el año anterior. Esta vez sí había talla M.
Le pregunté a la dependienta si me la podía probar y me dio la del expositor que era justo esa talla. Me trajo una cesta para que pudiera dejar mis cosas mientras me la probaba.
Di una vuelta para ver las novedades. Habían cambiado muchas cosas. Había pegatinas, de las que se están poniendo de moda en todo tipo de animes, llaveros con los personajes estilo manga de temática de príncipes, otros con skates y también había estilo chibi, con pijamas de animalitos o de sus jinchurikis.
Había peluches pequeños de Kakashi, por lo que terminé comprando uno de estos, 1760¥ y la chaqueta por 6600¥.
En esta tienda no había tax free. Al menos no ví carteles ni me pidieron el pasaporte para hacerme el descuento.
Pagué con la tarjeta Revolut sin problema, con un cambio en ese momento de 1€=144,09¥.


Di una vuelta por el parque, que estaba bastante vacío, y cuando quise salir, no pude hacerlo por donde había entrado, ya que estaba cerrado por obras, y tuve que atravesar de nuevo la aldea de Naruto.
Me resultó extraño, ya que al entrar no pude pasar por ahí.
Este parque es un agujero de tiempo, porque siempre me da la sensación de no estar ni media hora y salir dos horas después.
Casi me pierdo otra figura nueva de Naruto, la de Gara en frente del museo, que está justo a la salida.


A las 16:20 ya estaba saliendo del parque para no llegar muy tarde a Tokio.
Ahora te hacen atravesar la tienda de recuerdos para poder salir. Aunque conmigo este truco nunca funciona, suelo antojarme de pocas cosas que no tenga pensadas comprar.

La salida del parque está justo en la entrada de la estación de tren, así que fui directamente a la taquilla.
Enseñé mi JRP y le dije que quería ir hasta Otsuki. Me dijeron que sería un express, por si no quería pagar el extra, pero no había otro tren en más de 1 hora, o al menos en google maps no indicaba que hubiese otro. Me dio dos billetes, uno de 1100¥ mas uno extra de 600¥ por el Fuji excursion. Pregunté si se podía reservar asiento y me dijo que no, que solo se podía hacer en estaciones de JR. 
El tren no salía hasta las 16:54, por lo que me senté a esperar.

 

Al rato entró un chico preguntando en voz alta si alguien hablaba inglés. Le pregunté qué necesitaba y resulta que no sabían cómo tenían que subirse al tren, no entendían porqué tenían que pagar si tenían el JRP y ya les habían vendido un billete. Le expliqué que tenían que darle un billete hasta Otsuki, y en caso de querer ir en el próximo, otro billete, por el extra del Fuji Excursion. Le enseñé los míos y él me enseñó uno solo, por lo que le dije que necesitaba comprar el del exprés. Le acompañé a la ventanilla, porque no sabía dónde se compraba y en ese momento no había nadie atendiendo. Solo estaban las del parque, que se las veía al fondo. Una de ellas se acercó y le atendió cuando dijimos sumimasen, para llamar la atención.


A las 16:44 pasó un tren temático de Naruto, dirección Kawaguchiko, del que no se bajó casi nadie.
10 minutos después llegó el tren hacia Otsuki. Venia super lleno, con gente apelotonada hasta en las puertas.
Un señor mayor que se subió conmigo, entró al último vagón y se sentó en un asiento que estaba vacío, con luz amarilla que indicaba que estaba reservado pero libre en ese momento. Como había tanta gente y aún así había un sitio libre, tras pasar por la estación de la pagoda y bajarse gente, decidí ir a otro vagón para comprobar si había más sitios. Sobre todo porque entre vagones hacía bastante frío.
Pude encontrar varios asientos con la luz amarilla y decidí sentarme. Eran las 17:00 y había mucha gente de pie, pero si podía estar un rato sentada, era mejor que nada.
Por desgracia no pasaron ni 6 minutos cuando todas las luces amarillas se pusieron verdes y tuvimos que levantarnos. Como éramos muchos, el pasillo iba lleno de gente de pie. Pude sentarme en el suelo, tras estar un rato de pie junto a un asiento individual. El chico que estaba ahí sentado tenía ese espacio ocupado con una mochila, pero al ver que había mucha gente se la acercó y pude sentarme.


A las 17:25 pasó el revisor, cobrando los billetes a los que no tenían. Según me contaron cuando activé el JRP, este tipo de trenes de JR que pasan por líneas privadas, se pueden pagar en el mismo tren.
Supongo que lo hacen así para no ir multando a todo el mundo, porque vi a unos cuantos insistiendo en que tenían el JRP y el hombre tenía que intentar explicarles cómo funcionaba, con su inglés limitado.

A las 17:35 llegamos a Otsuki, donde estuvimos parados más de 10 minutos.
Estuve un rato dudando si bajarme y esperar otro tren de JR, para no ir de sentada de esa manera, que podría llegar mal físicamente, pero ya me parecía tarde para cambiar. Tendría que haber ido hasta Otsuki y haber subido a cualquier otro tren de JR, que seguramente tendría sitios libres, pero no había mirado previamente sí había alguno en los próximos minutos.
Es lo malo de no reservar de antemano, que te puede tocar ir de pie, pero es complicado saber cuando vos a querer regresar.

Llegamos a Shinjuku a las 18:45 y desde allí fui hasta Ueno en la Yamanote, llegando a las 19:13.
Salí directa hacia Yodobashi camera, y pude ver un gran árbol de sakura que acababan de poner en todo el medio de la entrada de estación. Por la mañana no había nada y ahora había un gran árbol ahí puesto.

Llegué a la tienda a las 19:20, donde me atendieron súper rápido. Entregué el recibo que me habían dado y me trajeron el objetivo. Pregunté si podía probarlo antes y me dijeron que sin problema, así que lo saqué de la caja, que no estaba ni precintada, y lo probé en la cámara, para comprobar que funcionase bien.
Me pidieron el pasaporte para hacerme el tax free. Costaba 36.410¥, pero me cobraron 33.100¥, que pagué con la Revolut (1€=144.93¥) 228.39€. Mas de 100€ menos de lo que me costaría en España.
Lo malo es que la garantía solo cubre Asia.

Fui caminando hasta el hotel y por el camino les mandé algunos audios a la familia, ya que se me estaba haciendo tarde para luego estar de charla con ellas.
Hice una paradita en la tienda Ministop, que está llegando a hotel, para comprar una botella de agua de 2 litros, que eran las más baratas y al cotillear un poco, vi que tenían soyjoy de plátano. Es de las que más me gustan, así que me la llevé, que nunca tienen los mismos sabores y no hay que desaprovechar la oportunidad. Me gasté un total de 240¥

 

Con la tontería, al final llegué al hotel pocos minutos antes de las 20:00.
Estaba tan agotada, que decidí no salir al día siguiente y hacer algo tranquilo, salir a comprar cosas sin gluten, que aún no había podido ir porque tenían horarios muy reducidos, hacer la colada y preparar algunas comidas. Como venían a hacer la habitación a las 11, a esa hora debía estar fuera.
Perdía un día del JRP, pero no quería forzar mucho más la máquina y terminar peor.

La web de Etihad iba a estar en mantenimiento los días de mi vuelo, por lo que decidí reservar mis asientos, por si acaso.
Me puse a hacer la cena, pollo a la plancha y ensalada de espinacas con maíz, aguacate, zanahoria y brotes de soja. Me senté a cenar casi a las 22:00, mientras pasaba los archivos al disco duro.

Me acosté pasadas las 24:30 y me dormí al instante, totalmente agotada, con el ruido marrón puesto, para prevenir que me despertasen los ruidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario