domingo, 18 de octubre de 2020

Hotel cápsula para ver el Fuji

 

Si quieres experimentar una noche en un hotel cápsula, no se me ocurre una mejor ocasión que esta, pasar la noche en uno de los destinos con mejores vistas al monte Fuji, Kawaguchiko.

Como para ver el monte es imprescindible saber si estará despejado, reservar con mucha antelación es una lotería y un hotel cápsula es la solución perfecta para reservas de última hora.

Aunque la excursión al monte Fuji se puede hacer desde Tokio en el mismo día, es muy recomendable estar allí desde bien pronto para disfrutar del Fuji con más tiempo, menos turistas y con mejor posición solar, ya que cuanto más se acerque el medio día más a contra luz lo tendremos y peor se verá.
Ya escribí sobre mi excursión para ver el Fuji. Si quieres saber cómo llegar y moverte por la zona, te invito a leer mi experiencia.

El hotel cápsula del que voy a hablar se llama Cabin & lounge HIGHLAND STATION INN y se puede reservar en Booking, o en su propia web. Lo mejor es mirar en ambas por si alguna tiene ofertas.
Según Booking, tiene un servicio de traslado al hotel desde Kawaguchiko, pero a mi no me llegaron a contestar nunca y en la web oficial no hay referencias a esto. Por suerte tiene muy buen acceso desde el tren o el bus.


 

El hotel cápsula está junto al parque Fuji-Q Highland, al otro lado de las vías de la estación Fujikyu-Highland.
Si os gustan los parques de atracciones o la serie de Naruto, el parque Fuji-Q Highland es de acceso gratuito, así que podéis aprovechar la excursión para ver el Fuji y visitar el parque.

Está una parada de tren antes de Kawaguchiko. El tramo entre las estaciones de Fujikyu y Kawaguchiko es de tan solo 5 minutos, y cuesta unos 175¥, pero también se puede ir en el bus gratuito que tiene el parque entre ambas estaciones.

Al lado del hotel hay un Lawson (abierto 24h), por lo que puedes comprar cualquier cosa durante tu estancia. También hay un restaurante chino y un karaoke justo al lado.

Al entrar al hotel hay un cartel con la prohibición de entrar con zapatos y unas taquillas a ambos lados. Te debes quitar el calzado, guardarlo en una de las taquillas, guardarte la llave y acceder a la recepción. En frente del mostrador verás una estantería con varios cestos y en uno de ellos encontrarás zapatillas para utilizar durante toda tu estancia.

Mucho cuidado con llegar borracho al hotel, ya que advierten en el cartel de la entrada que no te dejan entrar y que cobran un extra de 5000¥ si vomitas en la cama o en la alfombra.

Como ya había reservado por booking, me salió un poco más barato que lo que te cobran en el hotel directamente, 2961¥ en lugar de 3200¥.
La recepcionista me cobró lo estipulado, me dio una tarjeta de acceso y me explicó un poco como era el funcionamiento. Ahí mismo tenía un mostrador con diversos accesorios, como zapatillas, cepillos de dientes, maquinillas, tapones para los oídos, etc, de uso gratuito y en mi cabina tendría 2 toallas y cepillo de dientes. Como no sabía si incluía pijama o un yukata con el que poder dormir, fui directa a la cabina a explorar todo un poco. 


El acceso de las chicas está en la planta inferior, junto a la recepción y la zona común. El de los chicos subiendo una escaleras al otro lado del mostrador de recepción.
Frente a la puerta de acceso de las chicas está la zona de descanso, con mesas y sillas, hervidor de agua, fregadero y microondas, una sección de folletos turísticos y una librería con el manga de Naruto y libros de visitas separados por países. 


Para entrar en las habitaciones hay que pasar la tarjeta. La primera zona a la que entras es a la habitación de las taquillas. Son grandes pero no lo suficiente como para que entre una maleta de las grandes. Se abren y cierran con tu misma tarjeta de acceso.


Desde esta sala se accede por una puerta corredera a las camas, distribuidas en forma de H.
A mi me dieron la 149, justo la que daba al pasillo de conexión de la segunda fila, por lo que era la primera que se ve al pasar a la segunda línea de camas y justo en frente de la puerta que da a los baños.
No entendí muy bien la posición que me dieron, ya que aquello estaba prácticamente vacío. De hecho casi todas las ocupadas estaban juntas en la zona central.
La cortinilla es tipo persiana que se cierra desde arriba. No bloquea del todo la luz, pero como la sala está bastante oscura, no supone un problema.


Los baños son bastante grandes, con un lado de duchas y tocadores con varios productos de limpieza facial y en el otro dos filas de wc y unos lavabos. Los wc son de los modernos, con chorritos y demás botones. Para entrar a esta zona hay unas zapatillas en el suelo que debes utilizar. Es muy típico de los baños en Japón.
Lo mejor es que está todo muy bien explicado, en todas partes hay carteles en inglés con instrucciones de uso. Estaba todo muy limpio y apenas vi a nadie por ahí.
Hasta hay una zona con lavadora y secadora al fondo.


Sobre la cama dejan toallas y un cepillo de dientes, no hay pijama ni yukata, por lo que tuve que ir a pedir un pijama, que me costó 200¥.
Los pijamas son de alquiler. Hay un cubo para dejar el pijama usado, justo antes de entrar en la zona del aseo, y dentro hay otro cubo para dejar las toallas usadas.

Hacía bastante calor ahí dentro y el edredón es bastante gordito, así que si no sois de levantaros al wc, se puede dormir en ropa interior perfectamente sin pasar frío.
El pijama que te dan es un poco extraño, como un polo la parte de arriba, de media manga y de la misma tela el pantalón, que solo llegaba hasta la rodilla. 

En la cápsula hay una luz general y una mini lamparita para lectura, un botón para activar la ventilación (no es aire acondicionado), enchufe de USB y enchufe de corriente.
Como siempre voy con mi enchufe cubo, pude poner a cargar varios dispositivos sin problema.
También hay una pequeña caja de seguridad. No es muy grande, así que supongo que es para guardar objetos de valor pequeños, como joyería o dinero.


La cama es de 120 de ancho y 210 de largo, a mi me pareció bastante amplia y con un colchón súper cómodo. Creo que fue dónde más cómoda dormí en todo el viaje.
El móvil hay que tenerlo en silencio y no hay tv, pero hay wifi gratuito, así que puedes ver cualquier cosa desde tu móvil utilizando auriculares.

La salida del hotel es a las 10 y el parque abre sobre las 9:30. Así que si te acuestas a una hora temprana, seguramente ni te haga falta un despertador. Si el plan es ver el Fuji bien temprano, tendrás que poner el despertador en modo vibración.

No se puede comer en la zona de descanso, pero hay mesas de sobra en la zona de comedor, con algunas de uso individual, tipo barra, perfecto para viajeros en solitario.
Lo único que haría falta es una nevera, ya que si compras algo frío para el desayuno, no se conservará bien allí dentro, porque hace bastante calor. Lo bueno es que el Lawson abre 24 horas, por lo que se puede ir a comprar  a cualquier hora.
Para facilitar las salidas cortas, hay sandalias a disposición de los clientes, justo en la entrada, para que no tengas que estar abriendo la taquilla de tu calzado.

Hay muchas duchas, por lo que no tuve problemas por la mañana para ducharme. Como casi todas las duchas en zonas comunes de Japón, cada una tiene un espacio para dejar la ropa y la ducha aparte, todo dentro del mismo habitáculo. Hay gel y champú y te dan las toallas, así que no hace falta llevar nada para el aseo personal.

La salida del hotel fue sencilla, tan solo dejar las cosas en sus cubos correspondientes y la tarjeta en recepción.

La verdad es que la experiencia fue genial. La cama era muy cómoda y tenía espacio suficiente para sentarte a leer o ver algo en tu móvil. Hay muchos viajeros en solitario en este tipo de alojamiento, por lo que hay bastante privacidad.
Tuve suerte de que había poca gente por la lluvia, porque soy de sueño ligero y me despierta hasta una mosca. Sólo me despertó una haciendo una maleta a las 12 de la noche, pero en lo general todas las que entraban hablaban en susurros. Curiosamente, las que más alto hablaron esa noche fueron un par de japonesas. Cosas de la vida.

Sin duda repetiré la experiencia, esta vez me quedé una noche para ver el parque un día de lluvia tras la excursión al Fuji, la próxima será para ver el Fuji bien tempranito, con mejor luz y sin la masificación de turistas que llegan en tren desde Tokio.

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