domingo, 6 de abril de 2025

Nos alojamos en el Magdalen College, Oxford.


¿Sabías que puedes alojarte en los colleges de Oxford? De hecho te puedes alojar en muchas residencias universitarias de Reino Unido, en los periodos no lectivos, como en verano.
Conocía esta opción desde hace más de 20 años, de mi primer viaje a Londres, pero ya lo había olvidado, hasta que vi un reel de cómo era alojarse en Hogwarts (el colegio de Harry Potter).

En mi primer viaje a Inglaterra me alojé en un college de Londres, pero tras la llegada de Internet, Hostelworld y Booking, empezamos a reservar nuestros alojamientos desde ahí y no caímos en buscar una web donde estuvieran los alojamientos de los college o quizá aún no existían en esos años.
Suelen tener información en sus propias web, pero no es práctico, ya que tienes que saber lo que buscas, y ahora, por fin, hay una web, https://www.universityrooms.com, donde poder buscar los college por ciudades.

Los colleges son más económicos que los hoteles, pero presentan ciertas particularidades. Los baños suelen ser compartidos y no cuentan con servicio de habitaciones ni con algunas comodidades disponibles en los hoteles. Hay algunos que ofrecen baño en la habitación, aunque son menos comunes y más costosos. Además, la mayoría ofrece un desayuno bastante completo, resultando en conjunto más económico que alojarse en un hostal u hotel barato en la misma zona, ya que suelen estar ubicados en zonas céntricas o en áreas universitarias bien comunicadas.

Lo malo es que alguno de estos alojamientos universitarios son limitados y hay que hacer la reserva con tiempo. Cada college abre reservas en fechas aleatorias, por lo que debes estar mirando constantemente cuando salen las reservas para no quedarte sin ellas.
En marzo de 2024 empezamos a mirar dónde ir en agosto y ya había disponibles habitaciones para Magdalen College y Christ Church. Sin embargo en marzo de este año, solo hay disponibles para el Magdalen, pero no en el resto de los que he estado mirando.

Nuestra idea era ir al Magdalen college, lugar donde trabajó C.S. Lewis y se reunían los Inklings. 
No solo hay un parque con ciervos, sino que también tiene un río que discurre por sus terrenos, el Cherwell, junto a Addison’s Walk, un camino por el que se puede pasear en medio de la naturaleza, sin mucha gente, conocido por su relación con Tolkien y C.S. Lewis. 

En lo que tardé en comprar los vuelos y nos decidimos a realizar la reserva, ya no quedaban habitaciones con baño privado para todos los días que queríamos ir, así que reservamos unos días en el Magdalen, en habitaciones individuales y otros en Christ Church, en una habitación doble, con baño privado.

La reserva se realiza pagando el importe completo, aunque se puede cancelar en caso necesario, hasta un mes antes, y te reembolsan el pago, salvo la comisión de gestión.
Uno de los puntos flojos de esta web, es que no se puede ver la información de las habitaciones si no las tienen disponibles en ese momento. Por esto mismo, hay que darse prisa una vez que salen, ya que no duran mucho.

No encontré mucha información sobre los alérgenos del desayuno, y la comunicación por la web es bastante deficiente.
Por algunas fotos que vi en Internet, sabía que en Christ church tenían algunas opciones sin gluten, pero no lo tenía tan claro con el Magdalen.
Es como si la información de este tipo de alojamientos fuese de alto secreto, porque apenas hay nada por Internet, salvo algunos vídeos de la Christ church, bastante más popular,  por estar relacionado con Harry Potter.

Hice una reserva de 2 habitaciones en el "Grove Quad Single Ensuite inside walls", tal como se indica en la web. Eran las únicas habitaciones que tenían baño privado.
Las que tienen baño compartido, parece que tienen el baño unisex, y no tenía muy claro que hubiese en todos los pisos, por eso decidí reservar esta opción. 
Con los problemas que tengo para subir escaleras, no quería arriesgarme.
Las habitaciones con baños compartidos, cuestan unas 70 libras y las que tienen baño privado 90 libras.

Llegamos a Oxford a medio día y aunque en el college tienen donde dejar las maletas si llegas antes de las 14:00, es un espacio muy pequeño, así que decidimos comer antes, de camino al college, al que llegamos andando desde la estación de tren.

No teníamos muchas expectativas, así que nos plantamos en el Magdalen college con nuestras maletas y ganas de explorar sus terrenos.

En recepción nos dieron dos llaves a cada una, una para la escalera y otra para la habitación, además de una llave electrónica para poder acceder por las otras dos puertas en las que no hay portero.
Además de una tarjeta por día reservado, que teníamos que entregar en el desayuno cada mañana.

No nos explicaron cómo conectarnos a la wifi ni nada, así que me tocó ir después a preguntar, con la suerte de que justo estaba registrándose un señor mayor, al que le estaban explicando todas mis dudas. Incluso le dieron un papel con la información principal. Solo tuve que decirle que ya había resuelto mis dudas y recibir el mismo papel.


El college estaba cerrado al público, por un rodaje que se estaba llevando a cabo en los terrenos, y tuvimos que ir a nuestra habitaciones con cuidado para no interrumpir.
Tenía pinta de ser alguna peli ambientada en el siglo XIX, por el vestuario que utilizaban.

Nos tocó en la última planta, en el Grove building A, escalera 3, en las habitaciones 5 y 6, una enfrente de la otra, en el tercer piso, el último.
Me resultó un poco difícil subir tantas escaleras, y tenía que planear el día para no subir y bajar varias veces, pero las vistas eran geniales. 
En los college las entradas se clasifican por escaleras, y en este edificio en concreto, eran solo 2 habitaciones en cada piso.
Teníamos vistas a ambos lados de la habitación. La vista desde la ventana de la habitación es al interior del College, a The Grove, y la vista desde el baño es a Longwall St.

  

Las ventanas no se podían abrir del todo, tenían un tope de hierro que las sujetaban, pero se podía refrescar la habitación, abriendo las ventanas a ambos lados, para crear corriente.
Una de las ventanas de mi habitación estaba rota y no se podía cerrar del todo, pero como hacía calor, no fue problema. No quiero saber el frío que hará en invierno, porque el aislamiento brillaba por su ausencia.

La habitación es bastante grande, tiene una cama, mesita de noche, escritorio con silla, un armario, una estantería, un pequeño sofá, una nevera pequeña y un set con hervidor de agua, té y café.

 

Te dejan 2 toallas, y una extra para el suelo de la ducha. Gel de ducha, champú para el pelo y jabón de manos.
El baño estaba muy nuevo y limpio y lo único que no me gustó es el tipo de ducha, que está fija en el techo y te mojas el pelo aunque no quieras.

Como nuestras habitaciones no estaban cerca de la entrada, casi siempre salíamos por la puerta que da a Longwall St. Para entrar y salir utilizábamos la llave electrónica. Aunque los primeros días estaba casi siempre abierta, ya que había gente de la producción entrando y saliendo a todas horas.

Hay unas cuantas zonas donde se puede fumar, te las indica el portero en el mapa si le preguntas, pero las verás señalizadas por una papelera con cenicero. Hay unas cuantas, a la salida de cada residencia, dentro del mismo recinto.
No hacen limpieza de habitación diaria, pero sí recogen las basuras y reponen el café, té, leche o azúcar en caso necesario.


El desayuno es de 8:00 a 9:30 en el hall Medieval. Tienen una cartelito en la barra en el que indican todos los alérgenos de los productos calientes, aunque no había información de los demás productos.
Sin gluten podíamos comer hash browns, judías, tomates a la plancha, bacon, huevo, y setas (aunque ninguno de los 3 días vimos las setas). Además había fruta fresca, fruta seca (ciruelas pasas) que variaba según el día y fruta cortada, tipo macedonia de frutas.

 

En otro estante tienen varios tipos de mermelada, miel, mantequilla y margarina (en formato individual).
Había otras cosas que no podíamos saber si tenían gluten, como el yogur, porque estaba en un bol (no eran individuales) y otras cosas con gluten, como cereales de varios tipos, croissants, bollos con chocolate, salchichas normales y veganas y pan tostado.

 

En las mesas del salón principal había zumo de naranja y manzana, en jarras.  En otra mesa tenían una máquina de café y jarras con té, agua caliente, leche y dos bricks con leche de soja y leche de avena.
Algunos días faltaban algunas cosas calientes y otro estaba la zona de mermeladas y frutas cortadas vacía, por un grupo grande de coreanos que llegaron justo delante de nosotras, que habían arrasado con todo.
No tenían ni pan ni cereales sin gluten. Por suerte en Inglaterra hay marcas de pan sin gluten muy buenas, que ni necesitan tostarse, se pueden comer tal cual, y simplemente nos llevábamos el nuestro para podernos hacer tostadas con la mantequilla y mermelada que tenían allí.  
Terminábamos tan llenas, que no comíamos ya hasta por la tarde, en plan cena temprana.

 

En el college hay un bar, The Old Kitchen Bar, que ofrece comidas durante el día, en uno de los edificios más antiguos del college, de 1300. La terraza tiene vistas al río y abre de lunes a sábado.
Por desgracia no pudimos disfrutarlo. Como estaba el college cerrado por el rodaje, cuando estaba abierto el bar, estaba el equipo de rodaje y parecía que te estabas colando en un evento privado.

 

Los primeros días no pudimos explorar mucho por el college por el rodaje, que tenían todo monopolizado. Teníamos que dar rodeos para poder llegar a nuestras habitaciones. Esto también tenía sus ventajas y es que estaba cerrado a las visitas y estaba mucho más tranquilo, fuera de las zonas donde estaban trabajando, claro.
El día que se fueron no paró de llover, pero es cuando pudimos dar una vuelta por todos los terrenos y dar un paseo por el Addison's walk cuando escampó un poco.
Como es un camino cerrado al público, estaba muy tranquilo y apenas me crucé con gente. Por suerte, al llegar al final del camino, un chico me dijo que había un estanque muy chulo detrás de unos árboles, fuera del camino. Como estaba prohibido salirse del sendero, no imaginé que hubiera alguna parte escondida a la que se pudiera entrar, pero si no me lo dicen ni me entero.


En verano se ven ardillas y ciervos y en invierno hay hasta zorros, aunque estos son más asustadizos. Nosotras nos cruzamos con un zorro, de un naranja intenso, camino al cementerio que hay junto al college.

La capilla estaba cerrada y no pudimos entrar. El día en el que no había un rodaje había una boda y entramos un poco a cotillear, pero sin hacer fotos ni entretenernos, que iban todos muy arreglados y destacábamos demasiado.
Por suerte ya la había visto en semana santa y pude hacer alguna foto con el móvil, porque estaba demasiado oscuro para utilizar la cámara sin el trípode.


Por la noche puedes darte una vuelta por los terrenos, aunque hay poca iluminación, es increíble pasear en silencio por los claustros y jardines.
Incluso puedes sorprender a alguna ardilla que busca comida, sin percatarse de que estás ahí en silencio, haciendo fotos del lugar.


En la mayoría de los colleges tienen habitaciones disponibles en vacaciones escolares, como Navidad y verano. También he visto que tienen en semana Santa, aunque son más limitadas.
Es un buen lugar para desconectar y relajarse. Sobre todo en agosto, cuando los días son frescos y nos permite escapar del bochorno de Madrid.

Nos gustó tanto que volveremos este verano a las habitaciones con baño compartido.
Ya hemos hecho la reserva y hemos tenido la suerte de que justo salieron las habitaciones que queríamos, dentro del recinto, con baño compartido.
Esta vez no había opciones de baño privado ni en los alojamientos fuera del college. Debe haber algo este verano, porque tienen cerrado varias semanas y las que abren han puesto muy pocas habitaciones. Esperemos que no sea otro rodaje.


domingo, 30 de marzo de 2025

Japón 2023 - Diario de viaje - Día 15 - Cerezos, Sky tree, ramen sin gluten y Asakusa de noche

 

Miércoles 8 de marzo de 2023

Me desperté a las 8:20, habiendo dormido 8 horas. Parece que apenas empiezo a dormir bien cuando ya casi termina el viaje.
Desayuné pancakes con fresas y arándanos y una bebida de soja de chocolate que estaba bastante buena.
Estas bebidas de soja están en todas las tiendas y hay de muchos sabores, por lo que los intolerantes a los lácteos tienen donde elegir.

domingo, 23 de marzo de 2025

Japón 2023 - Diario de viaje - Día 14 - Koishikawa Kōrakuen, Sakura Jingu Shrine y Godzilla

 

Martes 7 de marzo de 2023

Por fin conseguí dormir 8 horas, levantándome a las 8 de la mañana. Tras ducharme preparé un bocadillo con el pan que traje de España, que lo tenía entero, y el jamón que había comprado. Probé un trocito y sabía como a jamón cocido, super extraño. Y eso que era de origen español, debe ser que lo curan de otro modo para las exportaciones de este tipo.
Desayuné un gofre con fresas, arándanos y un zumo de melocotón y sobre las 9:30 salí del hotel hacia el metro.
Justo a esa hora estaban recogiendo las bolsas de basura que había por toda la acera. Me resulta extraño que no tengan contenedores y que pasen a recoger la basura tan tarde.

 

lunes, 10 de marzo de 2025

Londres y Oxford sin gluten

Desde que viajamos con la restricción del gluten, Reino Unido es donde más opciones hemos tenido siempre. También hay más opciones sin lácteos, sin tener que ser comida vegana.

Siempre es recomendable alojarse en algún sitio con acceso a cocina, o como mínimo a un microondas, pero al menos en Londres apenas necesito cocinar nada. Se puede sobrevivir comiendo fuera y con pequeñas compras de dulces y ensaladas para desayunar y cenar.

En los restaurantes y cadenas de comida rápida indican los alérgenos y en algunos marcan las opciones sin gluten, pudiendo ver el listado de alérgenos en la mayoría de sus páginas web.
Algunos restaurantes, aun sin ser 100%, tienen muchos conocimientos sobre contaminación cruzada y hay muchos grupos en línea para estar informado.
Es habitual pedir agua del grifo, por lo que te ahorras un dinero si no pides bebidas.