domingo, 6 de julio de 2025

Japón 2024 - Diario de viaje - Día 8 - Fukuoka; Nanzoin y Dazaifu.

 

Viernes 22 de noviembre 2024


Me desperté a las 7:00, me duché y dejé todo preparado para salir después del desayuno. Por primera vez podría disfrutar de un desayuno en el hotel, algo nada habitual en Japón, cuando viajas con alguna intolerancia alimentaria.
Eran las 8:00 cuando bajé a desayunar, buscando los números que me habían dicho que tenía que recoger junto al ascensor. Como no los vi, pregunté en recepción y me dijeron que tenía que haberlo cogido la noche anterior, pero que no pasaba nada, que fuese a desayunar sin problema. Supongo que serían para ver cuánta gente iba a ir en cada franja horaria y preparar comida suficiente.


Estaba bastante vacío, había mesas y sitios individuales, así que me senté en unos bancos con mampara al frente, pensados para gente que va sola. Miré todo con calma, comprobando en mi lista y no encontré muchas de las cosas que tenía anotadas, pero pude comer bien.


 
Pude desayunar salchichas, ensalada, arroz blanco, manzana y me puse unos pocos arándanos, porque intuí que eran congelados (lo eran y no estaban buenos), con zumo de naranja.
El zumo de naranja salía de la máquina en 2 chorritos y uno era de agua. Supongo que sería un concentrado de naranja.
Las salchichas picaban un poco, pero mezclandolas con el arroz estaban bastante bien.


 
Cuando terminé de comer y fui a grabar todo, me di cuenta que el arroz multigrano estaba en otro sitio, o igual estaba sin reponer cuando pasé, porque estaban reponiendo constantemente. Aun así prefería el blanco, para no arriesgar, que la cebada y el centeno no figuran como alérgenos en Japón y podía contenerlos sin saberlo.


La verdad es que había muchas opciones, una máquina de zumo y té frío, otra de café y agua caliente, leche, cereales Kellogs de 2 tipos, napolitanas de chocolate, bollos dulces, pan, gofres, microondas y tostadora. Pollo, carne, huevos revueltos (que en Japón suele tener gluten), salchichas, condimentos como ketchup, sirope de arce, miel, canela, margarina y mermeladas. Arroz multigrano, sopa y ensalada de calabaza. En otro mostrador tenían varios botes de aliños, y las ensaladas; de calabaza, de col, de patata, lechuga, tomate, brócoli, setas marinadas, manzana, arándanos congelados, yogur y 2 smoothies del día, Ese día había de batata y de manzana con mango, uno tenía lácteos y el otro leche de avena, que en Japón tampoco indica si es sin gluten.
También había un botecito de especias, de aceite, queso rallado...

La fruta y verdura estaba sin condimentar, además del arroz blanco, por lo que es apto para gente con intolerancias alimentarias. Los condimentos y salsas las ponen a parte y esto es de mucha ayuda, además de que cada alimento tenían su propio cubierto para servirlo, así nada se contamina y todo tiene su cartelito con el nombre en japonés e inglés.

A las 8:30 terminé de desayunar y subí a la habitación. Mientras esperaba el ascensor me fijé que en recepción había un habitáculo con taquillas y cadenas donde dejar maletas y un cartel en el que indicaba que en la planta 4 había una máquina de hielos y lavandería.
Intenté mirar de nuevo si podía reservar el tren en la web antes de salir, sin éxito.
Terminé de recoger todo y salí del hotel. El checkout fue sencillo, solo fue entregar la tarjeta.

El día estaba soleado y pensé en lo genial que habría sido despertarme de nuevo en Miyajima, pero por otro lado, me habría retrasado con la salida hacia Hakata, ya que habría sido incapaz de dejar la isla sin visitarla de nuevo.


El tren que menos tardaba salía a las 9:43. Eran las 9:15 cuando llegué a la taquilla por lo que fui a reservar asiento.
No había nadie, así que no tuve que hacer cola. El hombre que me atendió no hablaba nada de ingles, solo japonés, así que lo hice todo por señas, enseñándole el Google maps.
Había elegido un tren Mizuho 605, que era el que menos tiempo tardaba en llegar. No le dije asiento y me puso en el coche 4 asiento 13-A, que por suerte era ventanilla.
Como nunca había tenido problemas con el espacio para la maleta, no me preocupé en pedirle que me pusiera delante o detrás para tener donde dejarla.



Aún me quedaba mucho tiempo, pero subí a las vías de todos modos a esperar.
Me senté en una salita cerrada para no pasar frío y desde ahí vi pasar varios shinkansen a toda leche. Muchos no hacían parada en esta estación, por eso me tocó esperar tanto al próximo.
Desde ahí veía el hotel en el que me había alojado. Le hice una foto a la misma sala donde estaba esperando, del otro lado de la vía.


Unos minutos antes de que llegase mi tren, me puse junto a la vía para grabar la llegada.
Llegó puntual y salió justo a su hora. Eran solo 35 minutos de trayecto, cuando los demás tardaban unos 45 minutos.
Lo que no sabía es que este tipo de tren tiene menos espacio para las piernas. Los asientos son más anchos, pero el espacio para las piernas es más pequeño y no entraba la maleta. No pude subirla al porta equipajes, así que la dejé a mi lado, esperando que nadie se subiera, porque no entraba delante mio.
Por suerte eran son solo 2 paradas y no entró mucha gente.



Llegué a Hakata a las 10:18 y fui directa a buscar taquillas donde dejar la maleta. Me iba a alojar unos días en un apartamento y aún era pronto para hacer el registro de entrada.
Las que encontré siguiendo las señales a la salida del shinkansen tenían una cola tremenda y estaban todas ocupadas. Tras esperar un poco, a ver si esa gente estaba recogiendo sus maletas, decidí mirar en Google maps para buscar otro sitio.
En la segunda planta había más taquillas, pero no había señales para llegar a ellas. Cuando las encontré, eran más modernas y había muchas libres. No entiendo muy bien porqué no tienen indicaciones en la estación al resto de taquillas y solo a las más cercanas a las entradas.

Mi maleta entraba perfectamente en la de tamaño medio y como se puede pagar con pasmo, fue mucho más sencillo. Había taquillas pequeñas a 400¥, medianas a 700¥ y grandes a 1000¥. Solo hay que meter la maleta, cerrar la puerta e ir a la pantalla, confirmar el espacio que acabas de cerrar, indicar que quieres pagar con la pasmo y pasar la tarjeta. En mi caso pagué 700¥.

Busqué en Google mi primer destino y fui hasta la vía 8, para esperar un rapid service de JR dirección Nogata, que salía a las 10:53. Quería visitar el templo Nanzoin, donde está el buda tumbado, junto a la estación de Kidonanzoin-Mae. Pude ir sentada, porque no había mucha gente. Era estilo metro, con filas de asientos de espalda a las ventanas.


Llegué a las 11:16 y salí de la estación junto a unos pocos turistas.
Había visto vídeos del puente musical, que hay a la salida de la estación y fui pendiente, si no probablemente lo habría pasado sin saber qué era. Al inicio había un cajón, donde se suponía tenía que haber baquetas, pero no había ninguna. Tuve que cruzar para buscar una al otro extremo.
Me daba miedo golpear adecuadamente, con la mano suelta, por si se me caía al río, así que no sonó como se supone que tendría que haber sonado, pero pude hacerme una idea de la melodía.
Mi intención era grabar a alguien, pero nadie pareció darse cuenta de que se podía tocar.



El templo estaba bastante cerca. En la entrada había un cartel con normas sobre la vestimenta. Nada de pantalones cortos, tirantes, tripa al aire, tatuajes, uso de palos selfie, trípodes o drones. Hasta había una flecha que te indicaba dónde ir a por ropa para taparte en caso de ser necesario.

Se accede por una cuesta bastante pronunciada, pero muy chula, con faroles de piedra a un lado.
En ese momento estaban en obras y el ruido era bastante molesto.
A mano derecha está la entrada al Buda, que da a una taquilla en la que solo te paran para preguntar cuántos sois, pero el acceso es gratuito (al menos hasta este año). Se entra a través de un túnel, con una franja en la pared con parejas de jizos, en semirelieve, y a la mitad del túnel hay un altar con los Siete dioses de la buena fortuna.



Tras el túnel hay un espacio con un sitio donde comprar amuletos, un mirador desde donde se ve la estación de tren y al otro lado un camino de subida a la montaña con farolillos, toris rojos y puentecitos.
Al inicio del camino, en el centro, había un cono en el que indicaba que no se podían hacer fotos. Vi algunos de estos conos a lo largo del recorrido, en sitios pequeños, y me dio la impresión de que se habían convertido en puntos de fotos donde se hacían colas y querían evitarlo.



Continué subiendo hacia el buda, por un camino en rampa con tramos pequeños de escaleras. Cuando llegué arriba del todo, me encontré con un arce rojo y lo que parecían lonas al fondo.
Resulta que estaba en obras la parte del buda y solo se veía desde la cabeza, malamente y desde los pies.
La vista desde el frente, con el buda tumbado estaba medio tapado.
No vi información sobre estas obras en la web ni en Google. Ni siquiera en la entrada del templo tenían el aviso.



En la parte de los pies hay unas escaleras y ese es el único punto desde el que se podían hacer fotos del buda, sin lonas ni andamios por medio. Tuve que esperar un poco que la gente dejara espacio, ya que se ponían ahí para hacerse fotos, pero como tampoco había mucha gente, no resultaba agobiante. Aproveché el gran angular del móvil para hacer desde ahí las fotos y videos, porque con el objetivo de la cámara poco podía hacer en un espacio tan reducido.



También estaban restaurando el campanario que hay al lado del Buda, por lo que había otra gran lona en la zona de los pies.
En frente del buda, hay una especie de sala de descanso estrecha y alargada, con bancos de madera. Supongo que para sentarse a contemplar el buda en un lugar cerrado.



Junto a la cabeza es donde se compra el goshuin. Costaba 200¥ y te lo tenías que hacer tu mismo. 
Aquí tuve un problema, no tenía 200¥ sueltos, solo en billete, y no podía dejar el dinero en el bote. Así que tuve que preguntar como pude con señas, mostrando el billete y preguntando por el goshuin.
Hay una hoja en inglés con los pasos a seguir y los números que indican el orden de cada sello y el ejemplo de cómo debe quedar. La verdad es que aunque es un poco timo que sea con sellos, también es divertido hacerlo tu mismo.
Lo más gracioso es que al regresar a casa y leer bien los carteles en las fotos, me di cuenta que este goshuin no era el del templo principal. El del principal se compraba en el edificio principal, subiendo unas escaleras, antes de atravesar el túnel de acceso al Buda.


Eran pasadas las 12 cuando bajando me crucé con algunas estatuas de jizos y unas escaleras estrechas que subían internándose en la montaña. Eran tan empinadas que ni me plantee explorar.
Continué bajando hasta llegar al mirador, donde había unas escaleras de subida, con un tori rojo y lámparas a ambos lados. 
Había una barandilla donde poder apoyarte para subir, por lo que hice el intento. No había absolutamente nadie y pude subir tranquilamente.

Llegué hasta el final de la escalera, donde había un pequeño santuario con un tori y un puente rojo precioso. Como no me quedaba muy claro que se pudiera hacer fotos en este lugar, ya que en la entrada había un cartel, intenté hacerlo todo muy discretamente.


Atravesé de nuevo el túnel y continúe subiendo por el recinto del templo, hasta llegar a la estatua del Dios del fuego. Uno de sus ojos mira hacia arriba mientras que el otro mira hacia abajo, con la boca cerrada, pero con un diente apuntando hacia arriba y otro hacia abajo. Simboliza el poder que todo lo ve.
Cuando estaba haciendo un video vi una señal de prohibido hacer fotos, junto al lugar donde se hacen ofrendas, a los pies de la estatua, así que me mantuve alejada.
Desde aquí hay escaleras de subida que discurren entre los árboles, el río, pequeñas cascadas donde te encuentras jizos y pequeños santuarios. No subí mucho porque estaba demasiado empinado para mi, pero era super chulo el sitio.
Sobre las 12:30 ya estaba bajando la cuesta de los faroles de piedra, dirección a la salida.


La zona del templo es muy bonita pero tiene muchas escaleras. Quizá lo que menos me gustó fueron los carteles de prohibido hacer fotos en varias zonas, en las que no había imágenes sagradas.

Cuando cruzaba el puente musical, vi justo delante mío unas chicas tocando en el camino y pude grabarlas un segundo.
En la estación, para acceder a la vía, tuve que enseñar mi pase, ya que no había tornos y para acceder a las vías del tren me tocó subir escaleras. Había unas escaleras mecánicas en la entrada sur, según las señales, pero no tenía muy claro dónde, ya que solo había una entrada en la estación, al menos en ese lado de la vía.

Quedaban unos 10 minutos para que llegase el tren. Esperé en el andén, sentada junto a otros turistas, desde donde se veía la cabeza del Buda tumbado en lo alto de la montaña.
A las 12:54 me subí de nuevo en un tren rapid hasta Hakata. Este tren tenía asientos extraños, con una especie de reposacabezas acolchado, que nadie utilizaba, porque estaban casi todos durmiendo con la barbilla apoyada en el pecho. Estaba bastante lleno, por lo que me tocó ir de pie.
Llegué a las 13:27 a la estación de Hakata y como el acceso al apartamento no se podía hacer hasta las 4 de la tarde, continué con la ruta del día. El siguiente punto era Dazaifu.



Mientras esperaba el siguiente tren, le hice fotos a una máquina con la mascota de la tarjeta IC de Fukuoka, la Sugoca, que es una especie de rana.

Me gusta grabar la llegada de los trenes a los que me subo, pero en esta ocasión se me complicó porque tenía mucha gente por medio. La estación de Hakata me recuerda a la estación de Kioto o las más concurridas de Tokio, de la de gente que hay siempre.
A las 13:27 me subí a un tren sub rapid de JR que en 15 minutos me dejó en la estación de Futsukaichi.
Era tipo metro y pude ir sentada.
Este tren no llega hasta Dazaifu, ya que la estación más cercana es de otra compañía. Como me gusta ver un poco las zonas andando, decidí ir a la más cercana en tren JR, y caminar hasta la siguiente estación, donde cogería otro tren que me dejaría en Dazaifu.
Desde la estación de JR caminé hasta la estación Nishitetsu-Futsukaichi, a menos de 15 minutos andando.
Ya tenían decoración navideña en las calles y apenas había gente por la avenida principal que llevaba hasta la otra estación. Era de una sola dirección para los vehículos y un pequeño margen pintado en verde para peatones a ambos lados.


Llegué casi a las 14:00 y me tocó subir escaleras, ya que no había ni ascensor ni escaleras mecánicas.
Al llegar al andén ya estaba el tren. Era uno de los temáticos de las 4 estaciones de Dazaifu. Los asientos eran tipo tren de larga distancia, de 2 en 2, con su reposacabezas y todo, bastante cómodo.
Salió a las 14:04 y llegó a la estación de Dazaifu a las 14:11. Pagué el trayecto de 170¥ con la pasmo.


En la estación había autobuses y taxis y montones de personas de un lado a otro. Daba la impresión de que eran todos turistas locales. No vi apenas occidentales por esta zona. Parecía domingo de la cantidad de gente que había.

El camino hasta el santuario principal es una calle peatonal llena de tiendas a ambos lados.
Sabía que había un dulce típico de la zona que era sin gluten, el umegae mochi, así que me paré en el primer puesto que vi para preguntar, enseñando mi traductor, pero me ignoraron de mala manera, así que continué caminando en búsqueda de otro donde fuesen más amables.


Paré en la siguiente tienda que vi, llamada Yasutake. Pregunté enseñando el traductor y me dijo que podía comerlo. Esta tienda la había visto en varios vídeos. Es de nueva construcción, de estilo moderno y tradicional al mismo tiempo, donde puedes ver cómo hacen los bollitos al fondo, tras una cristalera cerrada al exterior y donde te atienden otras chicas muy amables en el mostrador.
El precio era de 150¥, como en las demás tiendas y te lo dan recién hecho, super caliente.


 
Me fui al pasillo que tienen al lado, con una pequeña barra el la pared, para comérmelo. Tuve que esperar un poco porque estaba ardiendo y casi ni podia sostenerlo de lo que me quemaba.
El dulce es un bollito de pasta de arroz relleno con pasta de alubias dulces, tostado por fuera y tierno por dentro. Estaba bastante bueno.

Eran la 14:30 cuando salí de la tienda para continuar mi camino hacia el santuario.
Al final de la calle hay una estatua de un toro donde la gente estaba haciendo cola para tocarlo y hacer una foto.


Cerca de allí vi un cartel para obtener una audio guía gratuita. Tenía que bajarme una app, así que desistí y le hice una foto para escucharlo luego. Está bastante bien porque tiene guías de varios lugares. En el mapa te pone varios puntos importantes con el texto explicativo y opción de audio.


Me habría gustado tenerlo antes de ir, para no perderme detalles que en el momento no vi, como el templo temporal. Sabía que existía, porque cuando busqué información de Fukuoka vi imágenes, pero una vez allí ni me fijé y eso que es bastante curioso, ya que tiene vegetación sobre el sinuoso tejado.
Atravesé el tori de entrada y me sumergí en el santuario, con puentes rojos, estanques y montones de gente. El día se había nublado, pero al menos no llovía.

Llegando al salón principal, escuché ruido de gente aplaudiendo y me acerqué a ver. Era un espectáculo con un mono realizando piruetas.
No me quedé a verlo y seguí hasta dar con el lugar donde vendían los goshuin. Había una cola enorme, así que decidí dejarlo y continuar mi camino hasta el santuario Tenkai Inari Shrine.
En cuanto salí del santuario principal, por la parte de atrás, me encontré prácticamente sola.


En el camino había un mapa del santuario, con la localización de los sakuras y los arces. Si un día de diario estaba así de lleno, no quiero saber como estará en temporada alta de flores o arces.
Como aún no estaba haciendo frío, los arces de esta zona aún estaban verdes. Había alguno rojo salpicando el bosque, pero eran poquitos.



Las escaleras del santuario Inari estaban flanqueadas por banderolas rojas. Se escuchaba una música al fondo, de lo que luego vi que era un parque de atracciones.
Apenas había gente, me crucé con alguna pareja o viajero en solitario, pero estuve prácticamente sola todo el rato.



Había algunos caminos y escaleras con toris, escaleras de piedras y montones de vegetación por todas partes.
En la caseta del goshuin, ponía que lo daban en el santuario principal. Este santuario en realidad no es nada del otro mundo, pero los alrededores y los caminos para llegar hasta allí son muy bonitos.



Bajé de regreso por las escaleras con el arco de toris, aunque tuve que parar a la mitad porque había dos chicas haciéndose fotos.
Cuando se fueron, intenté hacerme alguna foto sin éxito. No me daba la vida para montar el trípode, con eso de que se me había olvidado el mío, me daba pereza estar montando el móvil en el pequeño que había comprado.


Eran las 15:45 cuando pasé de nuevo por el salón principal, donde vendían el goshuin. Apenas había cola, así que decidí comprarlo finalmente.
No había nada traducido así que tuve que tirar del traductor, con miedo a que me dijeran algo porque se pensaran que estaba haciendo fotos. El precio era de 500¥ y se debe pagar con efectivo, dejando las monedas en un cajita que tienen justo delante de ellos.

A las 16:00 pasé de nuevo por Yasutake y me compré otro umegae mochi. Aproveché para grabar un poco el proceso. La chica que los hace va con gorro tipo escafandra y mascarilla. Como ella no los vende, no hay ningún tipo de contaminación con monedas o billetes, siempre te los dan con un papelito para no tocarlos.

Cuando llegué a la estación, el tren ya estaba allí y estaba bastante lleno, pero aún así pude sentarme.
Hice de nuevo el mismo camino para regresar a Hakata. Me subí al tren local hasta Nishitetsu-Futsukaichi Station, pagando los 170¥ con la pasmo.

En este trayecto pude presenciar una escena colegiala de dos amigas, en la que estuvieron un rato chismeando y mirando a unos chicos en la otra puerta del vagón. Al final una de las chicas fue hasta donde estaban los chicos, dándole una tarjeta a un colegial que también estaba con amigos. Todos se rieron y estuvo un rato intercambiando redes sociales con el chico al que se había presentado, y con uno de sus amigos. Al regresar con la amiga, todos se reían por lo bajito.
La chica llevaba una mochila plagada de peluches de Disney y cuchicheaba con su amiga el resultado del encuentro. Fue una interacción que parecía sacada directamente de un anime.

Salí de la estación hacia la estación Futsukaichi de JR. Tenía que pasar por un paso a nivel, que en ese momento estaba cerrado mientras pasaba un tren y sonaba la alarma.
Eran las 17:07 cuando llegué a Hakata.
Antes de ir a apartamento me pasé por la oficinas de JR para reservar un tramo de shinkansen para el día siguiente. Quería ir a Yatsushiro, pero como mi pase solo llegaba hasta Kumamoto, tenía que hacer una reserva para pagar el tramo de Kumamoto a Shin-Yatsushiro.



Los carteles no dejaban muy claro si era ahí donde se reservaban, ya que había cero extranjeros.
No hablaban nada de ingles, por lo que tuve que enseñarle el tren que quería reservar y explicarle con palabras sueltas que quería pagar el tramo que no entraba en el pase regional de JR. El hombre sacó una hoja para ver hasta donde cubría mi pase y me miró confuso hasta que le dije Hakata-Kumamoto, señalando el pase y diciendo Kumamoto-Yatsushiro pay. Ahí respiró aliviado, viendo que ya sabía que tenía que pagar, porque me parece que no tenía ni idea de cómo explicármelo. Me sacó 2 billetes con el mismo asiento en los dos tramos y me puso el precio del billete en la calculadora. Se podía pagar con tarjeta o efectivo, pero pagué con efectivo. 2650¥ (660¥+1990¥). 
En Navitime ponía que eran 660¥ + 1590¥ en asiento reservado o 870¥ si era en asiento no reservado, así que no se muy bien cómo fue el cálculo que hizo.
Solo quería reservar la ida, porque el regreso lo haría en tren local hasta Kumamoto, pagando con la pasmo.

Recogí la maleta de la taquilla y salí hacia el apartamento. Eran ya las 17:35 y en 10 minutos llegué al  apartamento, guiandome por el Google maps, sin pérdidas.
Me tocó el apartamento 602, en la sexta planta. Había solo 2 apartamentos en cada piso, por lo que nunca me crucé con nadie, ni me tocó esperar el ascensor mucho rato.


En la puerta había una pizarra con mi nombre puesto y en el apartamento de al lado había otro nombre. Ambos apartamentos eran de la misma persona y es posible que todo el edificio fuese de alquiler vacacional.
En la entrada había unas sandalias, aunque yo utilicé las mías desechables. Había un cartel diciendo que te podían dar unas desechables por 100¥.
En la mesita había un cuaderno con explicaciones de cada cosa en la casa.
Es importante no olvidarse de encender la temperatura de la ducha, imprescindible para tener agua caliente. Me pasó el primer día, que fui a ducharme y no lo había encendido. Normalmente está encendido, pero en estos apartamentos parece ser que es habitual dejar todo apagado para el siguiente huésped.


La habitación 602 era un poco diferente a las de las fotos de booking, donde hice la reserva.
Tenía una cocina pequeña, con un solo fuego eléctrico, nevera pequeña, con un botecito de aceite, sal y pimienta, jabón y estropajo. Al lado había una estantería pequeña donde estaba el microondas y la vajilla. 
Habría estado mejor una estantería con más baldas para que la zona superior estuviera vacía y se pudiera usar para preparar ahí las comidas. La única mesa que había era la bajita que había junto al sillón. En las fotos, el sillón parecía más cómodo, pero el de esta habitación tenía un colchón tan fino que era como sentarte en la madera. Se desaprovechaba mucho espacio, donde podrían haber puesto un sofá pequeño y una mesa o escritorio con una silla.
En la cama tampoco te podías sentar, ya que el cabecero era bajo y no se podía juntar a la pared, por lo que no había un espacio cómodo donde poder sentarte.
La ducha estaba genial, aunque es un problema que no hubiese un lavabo con un espejo. Si tienes que lavarte los dientes o maquillarte, tienes que hacerlo en la cocina. No sería tan malo si hubiera un espejo funcional. Solo había uno pequeño en la puerta del baño, justo enfrente de la cocina, pero era muy pequeño y estaba colocado para gente que no midiese más de 1 metro y medio. Me veía solo el cuello. El único espejo de cuerpo entero es el que había en el ascensor.
La tv era bastante grande y tenía un espacio donde poder colgar ropa.
Había dos ventanas con unas cortinas que dejaban pasar la luz. No había nada para bloquear la luz del exterior y sumado al ruido extremo que había de trenes, fue complicado dormir sin ayuda de un antifaz y unos cascos con ruido marrón. Ni siquiera me sirvieron los tapones.
El apartamento era pequeño y aunque no estaba mal del todo, tenía cosas que resultaban muy incómodas que tenían fácil solución y harían que el apartamento fuese mucho más cómodo y mejor.

Tenía instrucciones de como tirar las basuras, entre lo incinerable y lo que no y botes de plástico. Solo había un cubo de basura pequeño y uno grande en la terraza, por lo que fui separando en bolsas sueltas. Se podía fumar en la terraza, ya que había indicaciones y un cenicero. La habitación no olía a tabaco, así que supongo que la gente respeta esta norma.

Las vías del tren estaban justo al lado y se escuchaba una barbaridad cuando pasaban. Como además el piso hacía esquina, entraba el sonido por la puerta y la ventana. 
La puerta era como de latón y el aislamiento era bastante deficiente.

Después de hacer las fotos de rigor, llamé a casa para enseñarles en directo todo, pero no me cogieron, así que les mandé las fotos y me preparé para salir a hacer la compra para los siguientes días.
Tenía un super Aeon Maxvalu a menos de 3 minutos andando. Como de esta marca suele haber productos para alérgicos, fui primero allí.
No era un super muy grande, por lo que no había más que productos habituales y frescos y poca variedad. Parecía más un conbini grande que un súper. Eso sí, tenían ensaladas preparadas sin salsas ni nada, que es algo raro de encontrar.


Ni siquiera había variedad de pescado, solo salmón y panga, que no entiendo como se vende tanto en Japón, con lo malo que está ese tipo de pescado. También vendían gambas de India. Es como si no tuvieran pescados propios de Japón en sus tiendas.
Trás más de media hora allí, salí pagando 2468¥.
Como me faltaron algunas cosas, fui hasta otro super que había un poco más lejos, pero igualmente a menos de 5 minutos.

El super se llamaba Sunny Hakata Sumiyoshi Store. Resultó ser mucho más grande y con mejores precios. Habría sido mejor hacer aquí toda la compra. 
No tenían sección de alergias tampoco, pero tenían más productos frescos, incluso pude comprar fresas y aguacates y unas patatas Lays, que aunque caras, son las únicas que no tenían gluten. En Japón casi todas las patatas tienen el aviso de fabricado en sitios que manejan todo tipo de productos.
Los onigiris de este super tenían almidón modificado en los ingredientes, por lo que también podían tener gluten.
Me gasté 1396¥ en 4 cosas.

Regresé al apartamento a las 19:30 y en cuanto tuve todo organizado, me puse a cocinar.
Tardé un poco en ver dónde estaban todas las cosas de la cocina. El interruptor del extractor estaba bajo la placa eléctrica, junto al interruptor de la luz de la cocina.
Como no había nada de espacio entre la placa y el fregadero, tenía que preparar primero las cosas y después cocinar, dejando todo en la mesa bajita junto al sillón, que era la única mesa, y superficie disponible, del apartamento.



A las 20:25 me puse a cenar salmón con patatas fritas y una ensalada con espinacas, zanahorias, brotes de soja y maíz. No pude añadir el aguacate porque estaba demasiado verde. Y de postre comí piña.

Me puse el parche en la espalda y estuve un rato releyendo la información del festival al que iría al día siguiente.
Como tenía que madrugar bastante, me acosté antes de las 11, poniéndome los tapones para amortiguar el ruido de los trenes. Me había funcionado en osaka y pensé que aquí también me funcionaría, pero no fue así.

Compras del día



Sunny
  • Aguacate 199¥
  • Plátanos 129¥
  • Fresas 599¥
  • Patatas fritas lays 469¥
Total 1396¥



Aeon Hakata Maxvalue
  • Agua 2L 70¥
  • Salmón 554 -56¥
  • Komatsuna, espinaca japonesa 158¥
  • 2 zanahorias 138¥
  • Smoothie Kagome 158¥
  • Bebida almendra 128¥
  • Pechuga nacional 306¥
  • 2 mandarinas 158¥
  • Brotes de soja 38¥
  • Piña cortada 238 -48¥
  • 4 huevos 148¥
  • Zumo Kagome 98¥
Total 2468¥

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