No me desperté hasta que sonó el despertador a las 6:30. El parche me había hecho efecto y había dormido tan bien que fue el primer día que no me desperté sola. Menos mal que me puse el despertador, porque habría seguido durmiendo y eso que es raro que duerma 8 horas del tirón.
Como ya sabía que no podría desayunar nada, aún estando incluido en el precio, desayuné antes de salir. Un muffin de plátano (de los que traía de casa), huevo duro, un plátano y el zumo.
Cuando terminé de arreglarme, me di cuenta de que el espejo no se ahumaba del todo con el vapor de la ducha. Al acercarme, noté calor, y al tocarlo estaba caliente. Se ve que tenía calefacción incorporada para evitar la condensación.